Lana de oveja limpia

Las características de la lana varían según la raza de la oveja, la parte del animal de donde provenga y su edad, pero ¿qué características tiene la lana respecto a otros materiales?

• La lana es reutilizable y biodegradable. La lana es una fibra natural más costosa que los tejidos sintéticos, pero tiende a durar más tiempo y obtener mejores resultados. Además es muy fácil de reciclar y, eventualmente, se degrada naturalmente sin dejar subproductos contaminantes.
• Para el tratamiento de la lana se necesita mucha menos energía que para producir fibras sintéticas, provenientes de combustibles fósiles.
• La lana se compone de la misma proteína que la capa protectora externa de la piel y trabaja en total armonía con los mecanismos propios de protección del cuerpo.
• La lana tiene alta capacidad higroscópica, es decir, absorbe la humedad ambiente cuando ésta es alta y libera humedad cuando el ambiente es seco. Esta característica le permite tomar la humedad de la transpiración y liberarla en el ambiente alejándola del cuerpo. Además, este proceso físico libera o consume calor, por lo que en un día húmedo y frío, la lana absorbe la humedad liberando calor hacia el cuerpo y en un día seco y cálido, libera humedad y absorbe el calor del cuerpo dando una sensación de frescura. Ésta es una de las razones de su extraordinario confort.
• La lana tiene una alta resistencia al fuego. La lana se quema, pero a muy altas temperaturas, quema lentamente y es autoestingible. No se derrite y no se pega en la piel en caso de incendio.
• La lana es un gran aislante térmico y eléctrico -no almacena electricidad estática-.
• La superficie encerada de la fibra retrasa la absorción de líquidos y, por tanto, de las manchas. La lana contiene características anti-microbianas que previenen los malos olores y cuenta con una función autolimpiante donde los olores del ambiente son repelidos inmediatamente y sólo ventilándola al aire libre, la pieza recupera su olor neutro.
• La estructura de la lana, en escamas, le permite, en determinadas condiciones de humedad, calor y fricción, formar fuertes enlaces entre fibras que crean una densa trama (fieltro) sin necesidad de hilar o tejer las fibras.